La ergofobia es un trastorno que lo padecen las personas con un temor desmedido al trabajo o a cualquier acción relacionada con una actividad laboral. Es tal la fobia que sobrellevan que ésta les impide acudir a su lugar de trabajo la mayoría de las veces. Lo cierto es que esta psicopatología puede ser realmente aterradora para quien lo padece.
Características de la ergofobia
Como en cualquier otra fobia, se experimenta mucha ansiedad cuando se piensa en ello. La persona que la padece es consciente de su miedo al trabajo, sin embargo, no puede evitarlo. El pavor que siente se vuelve incontrolable, hasta el punto de no poder cumplir con sus obligaciones.
Esto supone un gran problema, ya que afecta en todos los sentidos, especialmente en la situación laboral. El individuo se siente atrapado bajo una multitud de sensaciones irracionales de forma automática, perdiendo así el control. Como ya podemos imaginar, esta fobia puede conducir a consecuencias nefastas.
Miedo irracional al trabajo
El miedo se vuelve exagerado con respecto a las exigencias en el trabajo. Lo peor es que, quien lo vive sabe detectar su miedo irracional, y es consciente de que es un miedo innecesario al trabajo, aunque no puede controlarlo. Este temor acaba empujando a la persona afectada hacia la ausencia en su trabajo, terminando por abandonar su puesto en muchos casos.
Síntomas de la fobia al trabajo
Cuando una persona afectada va a su trabajo, empieza a sufrir mucha ansiedad y nerviosismo. Este tipo de situación, además, puede darse también fuera del entorno laboral, con solo pensar en él puede dispararse el malestar.
Los síntomas pueden dividirse en tres tipos: los físicos, los cognitivos y los problemas en la conducta.
Síntomas físicos
La persona experimenta cambios en su organismo cuando se dirige a su trabajo. En este caso, el sistema nervioso se ve claramente alterado, lo cual conduce a tener las siguientes manifestaciones:
Aumento de las palpitaciones
Sensación de ahogo
Sudoración
Dolor de estómago o de cabeza
Tensión muscular
Náuseas e incluso vómitos
Dilatación de las pupilas
Desvanecimiento
Síntomas cognitivos
Cualquier pensamiento relacionado con el trabajo llega a ser muy angustioso y negativo, aumentando con ello la ansiedad. Los pensamientos se vuelven destructivos, tanto en lo laboral como en lo personal, haciendo que la persona entre en bucle aumentando con ello el nerviosismo y la incapacidad para controlarse.
Problemas en la conducta
La ergofobia afecta negativamente al comportamiento de la persona que la padece. Ésta tiende a evitar acudir a su lugar de trabajo buscando cualquier pretexto relacionado con su malestar. Por otro lado, también tienden a escapar de su puesto debido a la incontrolada ansiedad que le genera. La cual, no le permite desarrollar su labor.
Causas de la ergofobia
Esta fobia puede desarrollarse debido a multitud de causas. Existen varios factores que pueden desencadenar la ergofobia como, por ejemplo, los trastornos depresivos, el miedo al rechazo, la tendencia a la ansiedad, malas experiencias laborales en el pasado o factores también genéticos.
¿Cómo tratar la ergofobia?
Lo primero es entender el problema, concienciarse y saber gestionarlo. Existen técnicas para relajarse, como la meditación, el yoga o el mindfulness. Estos ejercicios son muy útiles para tener la ansiedad más controlada.
Por otro lado, también es importante que acudas a un especialista para llevar a cabo una terapia cognitivo-conductual. Este tipo de terapias ayudan a controlar y afrontar el miedo a ir al trabajo, favorecen la relación con los compañeros, a organizarse y a eliminar el malestar emocional.
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